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Santiago Bordaberry, presidente de la Sociedad Rural de Durazno: “El resto de las actividades agropecuarias tienen que tener las mismas condiciones que UPM”
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  • Santiago Bordaberry, presidente de la Sociedad Rural de Durazno: “El resto de las actividades agropecuarias tienen que tener las mismas condiciones que UPM”

  • “Si la cuenta no la paga el campo hoy en día, no la va a pagar nadie”

    Este año, tras la pandemia, fue la primera vez que se suspendió la Expo Durazno, ¿por qué apostaron por eso?

    Hace más de cien años que se hace ininterrumpidamente. Pasaron guerras, secas, de todo y nunca se suspendió. Nos tocó a nosotros tomar la decisión de suspenderla y fue un penal. Además, para Durazno es muy importante. Antes, era importante por el movimiento, hoy la economía de Durazno ha cambiado, pero sigue siendo un patrimonio del departamento. Para la Rural de Durazno es motivadora y movilizadora porque mucha gente joven se suma a la exposición. Después, en el mundo de la cabaña es muy importante porque está entre dos Expo Prado. Es una exposición totalmente diferente que no tiene nada parecido en esa época en todo el país.

    Es la segunda exposición más importante de bozal, pero también es una primera presentación de animales nacidos en primavera. Salen al ruedo y empiezan su carrera ahí. Prácticamente, todo lo que va al Prado viene primero a Durazno. Entonces, se la conoce como la antesala del Prado. Lo que anda bien en Durazno, generalmente, anda bien en el Prado.

    Tener que terminar con eso, que a parte es un ingreso interesante para la Rural de Durazno, no fue fácil. Pero hay una responsabilidad por algo mayor que es el bien de la gente, eso no está en discusión, pero lo consultamos. Hablamos con los cabañeros, que son los principales perjudicados, a las gremiales, a criadores, expositores viejos, usuarios habituales, ex presidentes. Los criadores nos dijeron que si la hacíamos venían, pero que preferían que no la hiciéramos. Por más chica que la hiciéramos, juntábamos cuatroscientas o quinientas personas.

    ¿Por qué no se optó por una solución virtual?

    Cuando se habla de hacer virtual una exposición es porque la gente desconoce la importancia de tener en vivo los animales. Cuando ves una filmación de los animales, los tergiversa totalmente. Una cosa que tiene que ser de apreciación visual es imposible de hacer. Hubo gente que lo propuso e intentamos algo, pero nadie iba a participar de una cosa que tiene una distorsión tan grande. Entonces, decidimos suspenderla.

    ¿Por qué, entonces, los remates virtuales funcionan y las exposiciones no?

    Es diferente porque ahí hay una opinión comercial y un certificador que te garantiza que lo que vio es lo que está pasando en pantalla y tiene datos objetivos para analizar: peso del animal, edad, situación sanitaria. Son una cantidad de cosas que dice que eso es así y la gente compra con confianza o pone el precio que corresponde.

    La exposición es una apreciación visual subjetiva con los animales en frente. Entonces, es imposible recrearlo. Aún poniendo los toros juntos es difícil hacerlo. A veces, hago la prueba de ver por internet las exposiciones de otros países y no te das cuenta, te parecen todos iguales. Lo que ve un jurado en vivo no se puede ver a través de las filmaciones.

    Para la preparación de los animales hay una técnica para presentarlos más lindos y eso en las filmaciones no se ve, es imposible de detectar. Hicimos la prueba de mostrar animales con una cámara, con un paneo general, y con una persona mirando exactamente lo mismo que veíamos nosotros y salió cualquier cosa. No nos animamos a hacerlo porque se puede enojar la gente que trabaja mucho para eso y teníamos un tema de costo bastante importante, porque armarlo también tiene un costo. También, los sponsors que podés poner en una filmación no son tan importantes como los que ves en forma real. Por eso, la diferencia entre hacer virtual una venta y una jura.

    Después, la exposición tiene otra cosa que es una cuestión de contacto entre las personas, entre los cabañeros. Hay una cantidad de actividades que pierden laesencia de una exposición al hacer la jura solamente con una filmación porque la exposición es mucho más que solo la jura de los animales. Hay una cantidad de eventos que la rodean que la hacen mucho más importante. No era justo con la historia de la Exposición de Durazno.

    La Sociedad Rural de Durazno es un gremio, pero además ha aportado a Durazno en otras causas, varias sociales, ¿qué rol cumple en la sociedad?

    Tratamos de generar inquietudes, cumplir funciones, pero también pensamos en el crecimiento personal de cada uno de los integrantes que se suman a la Rural en la forma de pensar, de sentir, de tener una vocación de servicio a la sociedad. Tratamos de trascender para hacer muchas cosas. Lo pusimos en un cuadro, tratar de integrar a la sociedad rural en el porvenir, en cada uno de los integrantes de la sociedad, sea agropecuaria o urbana, en una convicción de que el éxito es el de todos y no de cada uno.

    Nosotros nos colocamos bien integrados en una sociedad que tenemos para que la gente nos vea como uno más de un triundo y creo que en Durazno se ve bastante eso. Tenemos una relación con el resto de la sociedad. Tratando de buscar una frase más resumida, nosotros queremos que la Rural sea una fuente de soluciones para la gente y, al mismo tiempo, de generación de personas con vocación de servicio a la sociedad,
    convencidos que el que disfruta más no es el que recibe, sino el que da.

    Te ha tocado estar de jurado en la Expo Palermo en Buenos Aires, ¿qué diferencias hay en los ruedos uruguayos y los argentinos?

    Los argentinos tienen un rodeo muy bonito, son lindos de ver. Cuidan mucho el exterior del animal, que son más chicos de tamaño, más moderados, con más grasa. No tienen información genética objetiva porque no creen en eso. No es que no crean, hay algunos que sí, pero no le dan la importancia que le dan los uruguayos.
    En Uruguay, el ganado es más grande de volumen, más grande el frame, de tamaño. Le damos mucho más importancia a la información objetiva. Nosotros no somos tan cuidadosos con la clase, los argentinos tienen una calidad racial muy linda, muy cuidada. Ellos, a parte, son muy buenos preparadores. Los animales entran a la pista preparados con un maquillaje tremendo y tenés que ser muy baqueano para ver algunas cosas que se esconden. Son, verdaderamente, unos maestros para esas cosas.

    Entonces, el rodeo argentino tiene mucha cosa que capaz nos hace falta a nosotros en cuanto a la calidad, la clase, son un poco más moderados de tamaño, con más grasa. Uruguay tiene un animal más grande, con más información y capaz que con una desprolijidad. ¿Por qué es eso? Porque los uruguayos exportamos el 70% de la carne que producimos.

    Uruguay exporta carcasas pesadas, que es lo que quiere el mercado mundial. Eso, quizá sea una debilidad frente algunas cosas. Podrías pensar que los criadores quieren animales más chicos porque es una ventaja del punto de vista reproductivo, son animales de menos mantenimiento. Pero somos parte de una cadena que nos pide un animal un poco más pesado.

    Uruguay termina la mayoría de sus animales a pasto, pero hay un mercado creciente de terminación a grano. En la medida que incorporás grano en la terminación, necesitás animales con una carcasa más magra y más pesada para que sea rentable. En cambio, en Argentina se comen el 90% de la carne que producen. Entonces, sacan animales muy nuevitos, muy precoces, muy rápidos y livianos. No tienen tanta importancia el tamaño y la carcasa.

    Todo eso, porque son mercados diferentes y criamos animales un poco diferentes. Pero es más exigente cuando vas a Argentina, a Palermo, y ves animales mucho más parejos, con mucha más calidad y tenés que mirar detalles menores. Acá en Uruguay encontrás animales buenos, pero siempre hay detalles que te ayudan a decidir un poco más. Por eso, a veces es difícil jurar en exposiciones como Palermo, respecto a exposiciones en Uruguay.

    ¿Y qué fortalezas maneja Uruguay frente a mercados como el argentino?

    La información objetiva, no tengo ninguna duda.Los datos en Uruguay soy tremendos, cuando Hereford mandó los primeros datos de información analizados a la Universidad de Georgia, los americanos quedaron impactados con la información uruguaya, mandamos información de demasiados años tomando registros, era impresionante para el volúmen de este país. Es increíble, es el país que tiene mayor cantidad de vacas por cabeza en el mundo y somos los que consumimos más carne en el mundo.

    También es cierto que nuestra información, desde el punto de vuista estadístico, era muy rica, muy valiosa y ellos lo apreciaron muchísimo. Por eso, nos conectamos fácilmente. Eso se lo debemos a la seriedad de los procutores y criados uruguayos en obtener información creíble.

    En cambio, en Argentina hay una tendencia a que la información está bastante distorsionada por diferentes motivos, tienen un tipo de alimentación, preparación diferente, cómo los llevan a la exposición. Eso se distorsiona y, por eso, la información argentina no es tan rigurosa como la uruguaya. Digo esto en líneas generales porque hay cabañas argentinas que tienen información muy buena y lo siguen con mucho profesionalismo.

    Después, creo que hemos seguido nuestro mercado. Quizá, tenemos que, como cabañeros, escuchar más a los criadores en algunos aspectos y mejorar algunas cuestiones referidas a la calidad de la carne. El mercado mundial, de la mano de los millenials que son muy exigentes para la calidad de la carne, está pidiendo hoy en día carne de calidad. Es parte de la explicación de la revalorización de la carne en el mundo. Los millenials, una de las características que tienen es que les gusta cocinar con gustos exóticos y carne de primera calidad.

    Eso ha hecho que tengan preferencia por cortes muy valiosos. Gastan mucho más en comida de lo que nosotros gastamos en ropa. Hasta ahora hemos producido buena carcasa, pesada, grande, mucho volumen, pero no tanto en el aspecto de la calidad de la carne. Lo tenemos que mejorar mucho. En parte es genético, en parte es productivo, pero hay que ver la forma en que los terminamos. Después, hay mucho para ver dentro de los frigoríficos, los procesos industriales que también mejoran mucho el producto.

    Hace un tiempo dijiste en prensa que los productores rurales necesitaban cambios, sin importar el gobierno que tocara, ¿a qué cambios te referías?

    Tiene que haber cambios siempre, no importa el gobierno que sea. Lo que pasa es que ahora tenemos una discusión grande porque UPM está en Uruguay porque Uruguay le dio las condiciones que ha pedido el sector agropecuario para sus actividades. Les sacaron impuestos, les hicieron las carreteras y hasta un tren. Hicieron todas las cosas que nosotros hemos pedido, las condiciones para poder desarrollarnos. Y por eso vienen, porque sino no sería negocio para UPM.

    Entonces, nosotros decimos, ¿por qué a UPM? No es que estemos en contra de UPM porque vino a dar trabajo a mucha gente y no podés negar una cosa que va a solucionar el problema a una cantidad de uruguayos. Pero, hay una cantidad de cadenas de producción en Uruguay que se están muriendo, las están liquidando. Por ejemplo, el arroz o la industria lechera.

    Sin embargo, todas las condiciones que siempre han pedido estos sectores, y hay miles más, se las dan a una empresa de Finlandia, que nos va a producir un beneficio muy grande a todos, por supuesto, pero por qué van hasta Finlandia a darles todas las cosas cuando acá hay productores uruguayos. No hay que invertir en ellos, simplemente hay que aflojarles un poco la cosa para darles condiciones, para poder seguir.

    No significa regalarles plata, significa darles las mismas condiciones de trabajo. El resto de las actividades agropecuarias tienen que tener las mismas condiciones que UPM, no solamente porque seamos uruguayos y hace muchas generaciones que estamos produciendo, es porque la demostración de que funciona es que hay que aflojarle un poco la cincha a la gente. Hay un concepto de que la empresa privada en Uruguay parece que fuera casi estafadora o ladrona. En realidad, eso es no creer en la empresa privada.

    ¿Qué cambios se han dado con este gobierno?

    Ojalá hubieran podido hacer todas las cosas que han dicho porque con el tema de la pandemia se distorsionó todo y la planificación que había hubo que cambiarla. Pero no se ha subido el combustible, que podría haber subido. Sin embargo, hay una cantidad de modificaciones en materia tributaria que se tenía que haber hecho y no se hicieron en profundidad. Por la situación, pero también porque está planteado de esa manera.

    Hay muchas cosas que están incluidas en la Ley de Urgente Consideración que directamente sirve para los productores. En temas de seguridad, por lo pronto nosotros reclamamos para el sector agropecuario tema de seguridad y las modificaciones que hay en los procesos para los abigeos es notable.

    El Ministro de Ganadería es un ex gremialista, ex Presidente de la Federación Rural que conoce de adentro todos los temas agropecuarios y los plantea continuamente. La Ministra de Economía nos ha demostrado cada vez que ha podido que tiene bien presente que hay que multiplicar la producción agropecuaria dándole las condiciones apropiadas para que puedan manejarse. El Presidente de la República lo ha dicho, lo ha remarcado.

    ¿Qué ha cambiado ahora? Está ayudando al mercado internacional. La carne vale una fortuna, la soja volvió a subir ahora, la leche volvió a su lugar. Todo ha subido a niveles históricos muy buenos, pero en medio de esta pandemia es poco lo que se puede llegar a hacer. Recordemos que el déficit de Uruguay no permite mucho manejo para poder revisar todo lo que se hizo hasta ahora porque hay una cuenta para pagar. Si no la paga el campo hoy en día, no la va a pagar nadie, y la está pagando.

    ¿Qué cambios tecnológicos ha visto el productor rural en los últimos años?

    Depende mucho del rubro, pero lo que sí es cierto es que en Uruguay hay muchísima investigación en casi todos los rubros. Tenemos el INIA que ha generado en todos los rubros muchísimo material. Aunque, de ahí al productor hay un camino enorme.

    Primero, no toda tecnología que se genera logra un efecto poruqe, a veces, llegada la práctica no surte el efecto para el cual fue generada. Por eso, los investigadores del INIA siempre reclaman un feedback.
    También es cierto que algunos sectores adoptan más o menos tecnologías. En la ganadería es poca y no es por atrasados, sino porque hay muchas cosas que se topan con una realidad que muchas veces no ayuda.

    En la ganadería de carne, la tecnología se ha ido más hacia la parte de invernada. En Uruguay se terminan muchos animales en pasturas y toda la incorporación que ha habido de tecnología en cuanto a la invernada, al engorde, las pasturas mejoradas, en eso sí ha habido una incorporación muy fuerte.

    En la parte de la cría es donde encontramos que hay muchísima cosa para incorporar. Ahí tenés productores que usan todas las recetas que les dan los investigadores, y tienen muy buenos resultados, productores que toman algunas y productores que no las van a tomar.

    Eso tiene que ver con que la cría es un proceso muy largo. La historia le ha dado la razón, muchas veces, a los especuladores frente a la gente que ha invertido, sobre todo en la parte de la cría. Los políticos se han encargado, no todos, de cambiar mucho las reglas del juego y para mí eso es clave porque los productores tenemos que lidiar con las variaciones que hay en el mercado, en el clima y, si además de eso, tenés que lidiar con las variaciones que te ponen, como impuestos.

    La gente prefiere no invertir porque no podés invertir en una cosa a largo plazo cuando sabés que el marco en el cual vas a producir te va a variar mucho. Por eso es que la tecnología la incorporan los que tienen procesos más cortos. La cría es un proceso largo y las variaciones en las condiciones han sido tan importantes que ha favorecido a los que se han quedado quietos, con un presupuesto bajo y una productividad un poquito más baja también.


    ¿Qué rol han cumplido los remates virtuales en la pandemia? ¿Cómo han favorecido al sector rural?

    Le ha permitido seguir funcionando. Hay un costo que, por lo pronto, se evita, que es el tema de traslado hacia las ferias. Tenés que, físicamente, llevar los animales a una feria. Entonces, ha permitido seguir trabajando, bajamdo costos en general. Les ha permitido concentrar la oferta, poder funcionar y profesionalizar la oferta en el sentido de tener valores objetivos, su certificador, te ahorra mucho trabajo y te lo ofrece todo en un solo día.

    Lo que más ha aportado ahora es que seguimos teniendo ventas de ganado normalmente, como siempre ha habido. La ventaja que ha tenido la pandemia agropecuaria es que ha seguido funcionando porque es a cielo abierto y porque tiene elementos como las pantallas que le han permitido seguir. Pero el fuerte de la pantalla es que acá, hay un negocio en el cual fue una persona, certificó, sabés lo que compraste, lo que podés ofertar. Eso son valores muy importantes.

    No hay en el mundo ventas tan importantes como hay en Uruguay. Han sustituido y han matado, de alguna forma, a muchas feria del Interior, donde quedan pocas, pero es la realidad del cambio y ha sido beneficioso.

    ¿Qué esperan los productores rurales para lo que queda del año?

    Nosotros vivimos mirando para arriba a ver qué dice el clima. Dependemos mucho de eso. Estamos saliendo de una situación medio compleja en muchos sentidos, pero con una expectativa muy grande. Y con este bruto otoño pretendemos llegar a primavera en buenas condiciones. Osea, lo que tenemos es una enorme expectativa por una buena producción de terneros de nuevo, aprovechar los valores que hay en materia de carne. También tenemos una enorme expectativa de que se pueda terminar la pandemia y el gobierno pueda equilibrar sus cuentas y darle al sector agropecuario un marco de seguridad, en líneas generales. Es eso, gran expectativa y mucha esperanza.

  • 2021-05-24

  • rural.com.uy